Preguntas frecuentes

El Complejo de Puertollano está dotado de múltiples unidades, siendo el que posee una gama de productos más completa de los complejos españoles. Muchas de estas unidades tienen integradas en su diseño chimeneas necesarias para su funcionamiento, ya sea por exigencias del propio proceso productivo o como medida de seguridad.

Las antorchas son uno de los elementos de seguridad activa más importantes. Debido a las características de los productos gaseosos con los que trabaja el complejo, debe disponerse de un sistema de seguridad del que forman parte las antorchas, para absorber las descargas de las unidades productivas de la instalación en situaciones anómalas, como puede ser una parada sobrevenida o un fallo eléctrico.

Su humo se reduce mediante la adición de vapor de agua, que hace que la combustión sea más limpia. La destrucción de los gases en las antorchas, en lugar de emitirlos a la atmósfera, aumenta la seguridad de las instalaciones y reduce el impacto ambiental. Con el sistema de antorchas se da cumplimiento a lo estipulado por el Real Decreto 2085/1994, Reglamento de Instalaciones Petrolíferas.

Sí, es completamente normal, dado que las antorchas siempre tienen un piloto encendido para la quema controlada de gases, aunque a veces, durante el día, éste sea imperceptible. El verdadero problema llegaría si dicha llama se apagase, pues se podría producir un venteo de gases tóxicos o combustibles a la atmósfera. Para evitar esta situación, en las salas de control vigilan siempre el piloto de las antorchas.

Las columnas son unas torres destinadas a los procesos químicos que separan por evaporación distintos componentes de una mezcla, como por ejemplo, el crudo. Las más importantes son las de destilación y las de destilación a vacío, aunque casi todas las unidades poseen columnas.

Son unas instalaciones que enfrían agua por evaporación de parte de la misma. El agua se hace chorrear en el interior de las torres, mientras se aspira aire en dirección opuesta al movimiento del agua. El aire evapora una pequeña parte del agua, enfriando el resto.

Al salir aire húmedo por las torres de refrigeración en invierno aparecen columnas de vapor de agua que ascienden al cielo, ya que se produce la condensación del agua al enfriarse por el contacto con el aire frío. No hay que confundir estas columnas con humo, ya que, aunque son muy visibles, se trata solo de vapor de agua.

La cantidad de emisiones a la atmósfera son similares durante todo el día. Sin embargo, durante la noche las luces del propio complejo se pueden reflejar en los humos, dando así la apariencia de que se está emitiendo una cantidad mayor a lo habitual.

Aunque puede haber pequeñas diferencias, las emisiones varían poco de unos días a otros. Lo que cambia son las condiciones meteorológicas que hace que no se dispersen adecuadamente.

El complejo está situado al este de Puertollano, una localización adecuada, ya que los vientos dominantes son del oeste. No obstante, a veces no hay viento o proviene del este, provocando que en ciertas ocasiones puedan llegar olores a las zonas cercanas.

El azufre es uno de los componentes que viene en el petróleo y en la refinería lo extraemos durante los procesos productivos. Al final de estos tratamientos se obtiene en forma de escamas o pastillas amarillas, que tienen utilidad en usos agrícolas, como fungicida, o en la industria de fabricación de los neumáticos, como agente de vulcanización.

Debido a que parte del petróleo es usado en el complejo como combustible, esta reducción del contenido en azufre, también ha supuesto una mejora en el entorno del complejo.

El trabajo en las instalaciones está organizado en turnos, por lo que la producción continúa 24 horas al día durante todo el año. Aunque muchos empleados tengan libre el fin de semana, se mantiene un número de profesionales en el complejo que mantienen todo en marcha, produciendo de forma segura y a ritmo constante.

Hay una gran cantidad de productos que salen de estas instalaciones, como hidrocarburos de automoción como gasolinas y gasóleos, múltiples tipos de combustibles, asfaltos y disolventes, y una enorme variedad de plásticos para todo tipo de usos.

Aunque Repsol dispone de una plataforma petrolífera en el Mediterráneo muy cercana a Tarragona llamada Casablanca, lo cierto es que la totalidad del crudo que se refina en Puertollano procede del exterior. La mayor parte procede de África (Angola, Congo, Libia, Guinea Ecuatorial, etc.), y el resto proviene de Arabia, Kuwait, Irán, Rusia, México, Colombia, Brasil y del Mar del Norte.

El 100%. El petróleo es un material con una cuota de pérdida cero, dado que todos sus derivados tienen una función específica. Los residuos que se generan en la refinería no proceden directamente del crudo que se utiliza, sino de otros elementos que intervienen en la producción de los combustibles, como catalizadores gastados o lodos procedente del tratamiento de las aguas.

El crudo llega mediante un oleoducto desde la refinería de Cartagena, y hasta allí llega en barcos petroleros.

La mayor parte se envían a través del oleoducto Rota-Zaragoza, que es propiedad de CLH. El resto es distribuido en camiones o trenes.

Es una manera de dividir en áreas las fases o etapas en las que se trabaja en la industria petrolera y del gas para una mejor gestión. El Upstream abarca todos los procesos previos al refinado del crudo, como la exploración, la perforación, la extracción y el transporte. El Downstream comienza con el refino y continúa con otras actividades clave, como la producción de productos químicos y su comercialización.

Las principales chimeneas del complejo poseen analizadores que miden de forma continua las emisiones realizadas. Estas medidas son enviadas, también de modo continuo, a las autoridades medioambientales de la Junta de Castilla-La Mancha. Además, existe en la comarca una red de cabinas de medida de la calidad del aire (cuatro en el casco urbano de Puertollano), en parte instaladas por la Junta, y en parte por las industrias de la zona, entre ellas por Repsol. Esta red monitoriza la calidad del aire, sirviendo de aviso y de toma de acciones en caso de superación de unos límites establecidos. Los ciudadanos pueden consultar en tiempo real estos datos en la página web de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Pincha en el siguiente enlace.

El ozono es un compuesto químico formado por tres átomos de oxígeno. Su presencia en la estratosfera es beneficiosa, ya que sirve de pantalla a las radiaciones ultravioletas del Sol, mientras que en niveles bajos de la atmósfera (troposfera) tiene efectos negativos sobre la salud, especialmente en la función respiratoria.

El ozono troposférico se considera como un contaminante secundario, ya que no se emite directamente, sino que se forma por la interacción de otros contaminantes, como son los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COVs), que por acción de la luz solar forman el ozono.

Esta intervención de la luz solar es la razón de que en primavera y verano sean las estaciones en las que se producen la mayor parte de altas concentraciones de ozono. 

Por otra parte, hay condiciones meteorológicas que aumentan la probabilidad de producirse episodios de altas concentraciones. Una es la falta de viento, lo que evita la dispersión de contaminantes, y otras son las inversiones térmicas, con un efecto similar.

Es conocido que la temperatura del aire disminuye al ascender a sitios altos. Una inversión térmica es una anomalía en la variación de temperatura del aire con la altura.

El aire caliente es menos denso que el aire frío, por lo que si hay una capa de aire caliente encima de otra más fría no se producen corrientes verticales del aire, formándose así una barrera a la circulación vertical del aire y evitando la dispersión de los contaminantes.

En caso de que la red de control de la calidad del aire detecte unos valores establecidos, las autoridades ambientales (Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha) envían un comunicado a las empresas, con el fin de realizar las actuaciones pertinentes para la reducción de las emisiones. Estas actuaciones han sido aprobadas por autoridades en protocolos de actuación para cada tipo de episodio de contaminación.

Todas las aguas del complejo son tratadas antes de su vertido al río Ojailén. En primer lugar las aguas son sometidas a tratamientos específicos en las unidades de origen, allí donde son necesarios. Después, todas las aguas pasan por una depuración común, consistente en la eliminación de materias insolubles por decantación y flotación, mediante la ayuda de la inyección de burbujas de aire y aditivos que ayudan a la separación.

Posteriormente, el agua se somete a un tratamiento biológico en unos grandes canales, donde mediante la actuación de unos "fangos activos", constituidos por microorganismos que se alimentan de los contaminantes, se purifica de manera natural.

Finalmente, se airea y se deja un tiempo en una balsa de gran volumen, en la cual se termina de reducir la concentración de contaminantes, también de manera natural, antes de su vertido al río. Las corrientes se analizan varias veces por día, con el fin de controlar todo el proceso.