Medioambiente
Protección de nuestro entorno
Uno de los compromisos del Complejo Industrial de Puertollano es la protección de nuestro entorno. Es nuestra prioridad y responsabilidad minimizar cualquier impacto que pudiésemos ejercer en nuestro medioambiente.
En el caso de la reducción de emisiones a la atmósfera, se han reducido en un 81% las emisiones de dióxido de azufre, un 90% en partículas y un 81% en óxidos de nitrógeno. En ese mismo período hemos dejado de emitir más de 600 mil toneladas de CO2, gas de efecto invernadero responsable del cambio climático, sumándonos así al objetivo de Repsol de convertirse en una compañía cero emisiones en 2050.
En Repsol, invertimos cada año para adaptar nuestros centros industriales a la legislación vigente y a los requerimientos legales de los documentos BREF. Estos documentos de ámbito europeo recogen las mejores técnicas disponibles (MTD) de los diferentes sectores industriales.
Estas mejores técnicas se trasladan a nuestros complejos a través de la revisión de las autorizaciones ambientales Integradas y supone la aplicación de las mejores técnicas disponibles, que se consigue no sólo con inversiones en tecnología y en equipos más eficientes y que generan menos emisiones, sino también a través de buenas prácticas de gestión.
Gestión del agua
Los procesos que se desarrollan en el complejo petroquímico generan una serie de aguas residuales que, antes de incorporarlas al río Ojailén son sometidas a un completo tratamiento.
En una primera fase realizamos un proceso biológico en el que un determinado tipo de bacterias y microorganismos se alimentan de parte de los contaminantes de las aguas, consiguiendo así eliminarlos.
Seguidamente las aguas pasan por un proceso de decantación, donde se separa el lodo formado por las bacterias del primer tratamiento para que sigan depurando otros fluidos.
En la tercera y última fase del proceso las aguas limpias pasan a una gran balsa de poca profundidad. En esta balsa, denominada terciaria, existen plantas que generan oxígeno mediante fotosíntesis, y tras una larga estancia cercana a las 10 horas el agua ha completado su proceso de purificación.
Las aguas son devueltas al río Ojailén, pero parte de esta agua es recirculada en las actividades del complejo, reduciendo así el uso de agua del embalse. Todo el proceso descrito está monitorizado detalladamente, con numerosas inspecciones y controles tanto externos como internos extendidos a lo largo de más de 40 kilómetros de aguas.
De manera adicional en el complejo contamos con un moderno sistema de captación y tratamiento de aguas pluviales para garantizar su adecuado tratamiento. Nuestra capacidad de almacenamiento de aguas de lluvia es de más de 127.000 metros cúbicos.
Los residuos sólidos son otra consecuencia de nuestra actividad y para minimizar el impacto, buscamos nuevos tratamientos en los que se reutilicen componentes, bien mediante la recuperación o el reciclaje de los residuos. Cuando esto no es posible, se opta por aprovechar energéticamente sus propiedades a través de la valorización, aprovechando su potencial energético, o siendo tratados por empresas de gestión de residuos homologadas.
Adicionalmente, para asegurar el buen estado de las aguas subterráneas, se dispone de una amplia red de sensores con más de 100 pozos de muestreo distribuidos por varias áreas del complejo. Trimestralmente se toman muestras de estas aguas, y se mide sus parámetros para comprobar que están dentro de lo establecido.
Eficiencia energética
En Repsol utilizamos eficientemente la energía en instalaciones y actividades con el propósito de preservar los recursos naturales, reducir las emisiones atmosféricas y contribuir a mitigar los efectos del cambio climático. Gracias a estas iniciativas, la refinería de Puertollano obtuvo en 2012 la certificación bajo la norma ISO 50001 del Sistema de Gestión Energética.